lunes, 28 de mayo de 2012

Anécdotas sobre la familia

Una casa fuera de tiempo, un matrimonio con seis hijos y una niñera enigmática son los protagonistas de “Álbum de familia”, la nueva novela de Penélope Lively. En ella narra las vicisitudes de una familia numerosa cuyas relaciones se ven a través del tiempo complejas y enigmáticas, donde lo único que se mantiene firme es el silencio.
“Hay que pensar en Allersmead como una red de seguridad. Siempre estará aquí para ustedes; siempre estaremos aquí” dice Alison desde la cocina de aquella vieja casa eduardiana de grandes dimensiones. Sus hijos son chicos y aun no comprenden lo que su madre les dice pero no tardaran en darse cuenta que Allersmead, además del aroma de la comida, los juegos en el sótano y los paseos por el estanque, tiene una historia de la cual no se habla aunque está siempre presente en la respiración de la casa. En “Álbum de familia” la inglesa Penélope Lively va recomponiendo la vida de los Harper, donde Alison es la cabeza de la familia conformada por seis niños, un marido distante y una niñera silenciosa. “Una familia es una masa coherente, un conjunto de personas unidas porque es así y que así avanzan de día en día, de año en año, ¡ y quién tiene derecho a cuestionarlo? Será la consigna que moverá los hilos de aquella vieja casa llena de recovecos y habitaciones, donde los hijos se crían bajo la correcta mirada de su madre. Mientras el padre, Charles, huye de las responsabilidades y la obligaciones escondiéndose en su estudio con la excusa de estar trabajando. Ingrid, la niñera, registra cada situación que ocurre. De su ojos nada escapa aunque casi no hable, sólo para meter un bocadillo que suena a reclamo o ironía. Ya adultos, Sandra, Roger, Paul, Katie, Gina y Clare, comienzan a revisar su pasado en esa casa donde pasaron su infancia y a medida que el trabajo retrospectivo va ganando terreno en sus vidas actuales, empiezan a darse cuenta de que algo subyacía en el interior de la vieja casona eduardiana. Quizás ya sea hora de ir hablando de lo que no se podía, abrir puertas y ventanas para que entre la verdad, luego que el silencio ha sido una constante para todos. “¿O acaso no están todas las familias jodidas por algún lado?” repiten a coro todos mientras intentan aclarar los días de sus infancias juntos en las afueras de Londres. En “Anna Karénina” Tolstoi escribió aquello de “todas la felices se parecen pero las infelices lo son cada una a su manera” y, si se permite la comparación, bien vale la frase del escritor ruso para “Álbum de familia”, donde Penélope Lively recrea las infancias de seis hermanos que buscan respuestas para una pregunta que nadie quiso hacerse.

jueves, 17 de mayo de 2012

Inciertos caminos del azar

En “Jugador”, de Alexander Baron, hay un hombre de mediana edad, soltero, sin trabajo y sin preocupaciones que pasa sus días en el canódromo apostando y recorriendo las calles de su viejo barrio mientras piensa que todo tiempo pasado fue mejor. Hasta que una familia lo cambia todo.
“Mi nombre es Harryboy Boas. En este momento tengo treinta libras en total. Pero encaro el futuro con confianza. Esta noche corren los perros en White City” dice el protagonista de “Jugador” la increíble y perfecta novela de Alexander Baron publicada por La Bestia Equilátera. Harryboy es un despreocupado hombre de mediana edad que pasa sus días esquivando las responsabilidades y las obligaciones. Se sienta en las gradas del canódromo y ve pasar el dinero de sus manos a los bolsillos de los corredores de apuestas. “Leer es maravilloso pero leer con el estómago lleno es la cumbre de la felicidad” piensa mientras recorre librerías de viejo y restaurantes. No tiene esposa y su única hermana, la dulce Debbie, se desvive por hacerle entender que debe sentar cabeza. Sólo hay una cosa que cada tanto atenta contra su tranquilidad. Hasta que la llegada de los Deaner a la casa del señor Siskin alterará el seguro devenir de su vida. El pequeño Gregory sube constantemente a su habitación, aunque a Harryboy eso no le molesta porque piensa que “los chicos son el único territorio común de los adultos”, Vic trabaja todo el día y el resto del tiempo estudia para obtener un mejor empleo y Evelyn se dedica a cuidar de Gregory mientras trata que las cuatro paredes en las que viven sean más habitables. La casa del señor Siskin es sólo un paso para los Deaner o al menos es lo que piensa Evelyn. La rutina de Harryboy va mutando y se hace asiduo a la casa de los Deaner. Quizás porque ellos forman una familia que él no tiene, quizás porque tuvo al oportunidad de hacerlo y decidió que la vida era libertad y tras eso partió. Lo cierto es que se siente atraído a ese departamento del piso de abajo. Cuando todo parece comenzar a encajar, Harryboy detecta que está ante el principio de la tragedia. Pero cuando Vic le pide que lo lleve al canódromo, él necesita demostrar el poder que le confieren los boletos y los guiños de los corredores de apuestas que lo reconocen desde lejos, aunque eso signifique que Vic le tome al gusto a los perros. “La heroína, la cocaína y la marihuana son caramelos para bebés comparados con el juego” dice Harryboy mientras el pobre Vic se interna en un camino del que puede no tener retorno. Alexander Baron (1917 – 1999) es casi un desconocido por estas tierras y la publicación de La Bestia Equilátera es un acto de justicia para un autor que con “Jugador” demuestra el conocimiento de la mente humana y cómo al culpa y la adicción carcomen lo que tiene de humano el hombre o como escribe el autor: “Jugador es aquel que no tiene paz, que no tiene alivio, hasta que se aniquila a sí mismo. Yo soy un jugador.” Terminar de leer “Jugador” para saber que estamos, seguramente, ante una de las mejores novelas publicadas durante el 2012.

domingo, 6 de mayo de 2012

Con licencia para matar

Concebida como una precuela, un término más cercano al mundo el cine que al de la literatura, "Satori"(Rocaeditorial 2012) narra los inicios en el mundo del espionaje y de los asesinos a sueldo de Nicholas Hel.
Para los orientales, el término "satori" define el momento mismo de la iluminación, de la comprensión del mundo y del lugar que cada uno ocupa en el tablero universal. Una concepción de la vida que los occidentales podríamos entender como el segundo en que tomamos conciencia de nosotros mismos, de quiénes somos. Cuando además de liberarlo la CIA le propone asesinar a un funcionario ruso que se encuentra en China, Nicholas Hel no se lo piensa dos veces y acepta. Karma, piensa, mientras recuerda todo lo que le contó su madre sobre Yuri Voroshenin. Deberá someterse a una cirugía y a un curso acelerado de comportamiento impartido por una hermosa mujer, Solange, de la que lentamente se va enamorando. "Hel mostraba un anormal dominio de sí mismo, una serenidad que casi resultaba condescendiente y una seguridad que con frecuencia traspasaba el límite y se convertía en arrogancia". Así describe el agente de la CIA Ellis Haverford al protagonista de "Satori". De intensos ojos verdes, alto y de pelo rubio, Nicholas Hel es más asiático que occidental. Su madre fue una aristocrática rusa, su padre un oficial alemán, su padre adoptivo y maestro fue japonés y su niñera francesa. Cuando emprende el camino a la tierra de Mao, bajo la pantalla de un vendedor de armas francés, todavía no sabe que la misión que le encargaron se complicará un poco más de lo previsto y deberá arreglarse solo. Pero si las circunstancias definen el carácter de un hombre, él es el ejemplo perfecto de ello. Usando sólo el Hoda Korosu, la llamada "matanza sin armas", deberá cumplir con su misión para lograr su libertad y una nueva identidad junto a Solange. Pero eso no será solamente su motivación: queda la venganza. Hel se mueve como en un tablero de "Go", su juego preferido, donde la estrategia es lo más importante. Y mientras las fichas blancas y negras se mueven, Nicholas va descubriendo cuál es su lugar en la trama. Don Winslow consigue renovar no sólo al género de espionaje, sino también al personaje, ubicándolo en el contexto de la Guerra Fría detrás de una conspiración para derrocar a Mao. Concebida como una precuela de "Shibumi", del autor de culto Trevianan, "Satori" cumple con el personaje original y hasta que lo recompone magistralmente. "Esta vida es un sueño, y cuando el sueño termina habrá otro, y después otro, en un ciclo interminable hasta alcanzar la iluminación perfecta. Satori" piensa Hel, mientras comprende que la vida está en los detalles.