domingo, 6 de mayo de 2012

Con licencia para matar

Concebida como una precuela, un término más cercano al mundo el cine que al de la literatura, "Satori"(Rocaeditorial 2012) narra los inicios en el mundo del espionaje y de los asesinos a sueldo de Nicholas Hel.
Para los orientales, el término "satori" define el momento mismo de la iluminación, de la comprensión del mundo y del lugar que cada uno ocupa en el tablero universal. Una concepción de la vida que los occidentales podríamos entender como el segundo en que tomamos conciencia de nosotros mismos, de quiénes somos. Cuando además de liberarlo la CIA le propone asesinar a un funcionario ruso que se encuentra en China, Nicholas Hel no se lo piensa dos veces y acepta. Karma, piensa, mientras recuerda todo lo que le contó su madre sobre Yuri Voroshenin. Deberá someterse a una cirugía y a un curso acelerado de comportamiento impartido por una hermosa mujer, Solange, de la que lentamente se va enamorando. "Hel mostraba un anormal dominio de sí mismo, una serenidad que casi resultaba condescendiente y una seguridad que con frecuencia traspasaba el límite y se convertía en arrogancia". Así describe el agente de la CIA Ellis Haverford al protagonista de "Satori". De intensos ojos verdes, alto y de pelo rubio, Nicholas Hel es más asiático que occidental. Su madre fue una aristocrática rusa, su padre un oficial alemán, su padre adoptivo y maestro fue japonés y su niñera francesa. Cuando emprende el camino a la tierra de Mao, bajo la pantalla de un vendedor de armas francés, todavía no sabe que la misión que le encargaron se complicará un poco más de lo previsto y deberá arreglarse solo. Pero si las circunstancias definen el carácter de un hombre, él es el ejemplo perfecto de ello. Usando sólo el Hoda Korosu, la llamada "matanza sin armas", deberá cumplir con su misión para lograr su libertad y una nueva identidad junto a Solange. Pero eso no será solamente su motivación: queda la venganza. Hel se mueve como en un tablero de "Go", su juego preferido, donde la estrategia es lo más importante. Y mientras las fichas blancas y negras se mueven, Nicholas va descubriendo cuál es su lugar en la trama. Don Winslow consigue renovar no sólo al género de espionaje, sino también al personaje, ubicándolo en el contexto de la Guerra Fría detrás de una conspiración para derrocar a Mao. Concebida como una precuela de "Shibumi", del autor de culto Trevianan, "Satori" cumple con el personaje original y hasta que lo recompone magistralmente. "Esta vida es un sueño, y cuando el sueño termina habrá otro, y después otro, en un ciclo interminable hasta alcanzar la iluminación perfecta. Satori" piensa Hel, mientras comprende que la vida está en los detalles.

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