lunes, 31 de octubre de 2011

La decadencia del imperio americano

Violento, sexual, y terriblemente desprejuiciado Chuck Palahniuk regresa a las librerías para dejar bien en claro por qué es considerado unos de los mejores escritores de su generación. Un espía oriental, una familia disfuncional y un plan para dominar Estados Unidos, son los protagonistas de "Pigmeo".


"La culpa del hombre mitiga la culpa de la deidad. La crueldad humana permite una práctica de crueldad mayor por parte de la deidad" dice, recita para sí, pregona y repite hasta el cansancio el Agente 67, llamado "Pigmeo" por la familia que lo acoge ni bien baja las escaleras del avión que lo acaba de depositar en el aeropuerto de una ciudad norteamericana. Pigmeo es parte de un plan para la destrucción absoluta del "enemigo americano"; junto a él han llegado como estudiantes de intercambio los demás agentes que llevaron a cabo la "Operación Estrago". Para ello deben insertarse en la "cruel, vil y malvada sociedad americana" y destruir las cimientos de la civilización que "corrompe al mundo".

En las manos de otro autor quizás "Pigmeo" hubiese sido nada más que una historia de ciencia ficción pero Palahniuk logra provocar y generar, entre la sangre, la violencia desmedida o las escenas de asesinatos, una conciencia política. No es burdo el sistema que usa Palahniuk para que el lector piense, ya lo había hecho anteriormente con su primera novela "El club de la pelea". Le propone al lector un juego, violento es cierto, pero no por ello deja de ser excitante y complejo.

"Sólo aquel que conquista a la juventud ganará el futuro" dice Adolf Hitler desde el comienzo del libro y uno ya sabe que la lectura de "Pigmeo" puede llegar a ser complicada. Después vendrán más citas a déspotas, asesinos o políticos fascistas pero ya estaremos dentro del "Mundo Palahniuk" y nos parecerá que todo tiene un fin.

"Los ciudadanos americanos viven todos esclavizados por el deseo de afecto y atención de todos los demás ciudadanos" le dice Pigmeo a la "hermana-gata", hija de la familia Cedar, y vuelve a denunciar el conformismo y el aburguesamiento de la sociedad.

"Operación Estrago" repite la agente Magda al oído de Pigmeo cada vez que puede pero el Agente 67 se va dejando subyugar lentamente por el "enemigo americano" y, claro que sí, por la "hermana-gata". El Equipo Cedar es bastante disfuncional: un padre medio tonto, una madre obsesionada por el uso de vibradores, una hija que juega a la espía y un hijo que lo único en lo que piensa es en pechos. Tras ellos un abusador de escuela, el pastor Tony y los ciudadanos de un pueblo norteamericano que ve en la llegada de los jóvenes orientales la posibilidad de demostrarles que Estados Unidos es un "gran país".

Palahniuk es uno de los mejores escritores de su generación y su regreso a las librerías removerá conciencias y causará dolores de cabeza pero no hay mejor traductor de la realidad norteamericana que un escritor que gusta de rebuscar en la basura de su propia casa para saber quién es. O quiénes somos.

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