lunes, 30 de abril de 2012

El maravilloso mundo del cine

Un solitario guionista de cine le salva la vida a una aspirante a actriz y entre ellos se desarrolla una relación donde lo más importante parece no ser el amor, sino la soledad y la idea de las injusticias de la vida. "Que el mundo me conozca", La Bestia Equilátera 2012.
Durante los 50' Hollywood mostraba al mundo lo mejor de sí. Elía Kazan, Billy Wilder, Alfred Hitchcock, Charles Laughton, John Ford y Cecil B. DeMille demostraban que el cine era algo más que imágenes en la pantalla y actores de la talla de Marlon Brando, Charlton Heston, Kirk Douglas o Humphrey Bogart dejaban al público con la boca abierta. Pero tras la máscara del cine la ciudad ocultaba su rostro perverso. Un rostro que queda de manifiesto en "Que el mundo me conozca". Es de noche y la fiesta a la que fue invitado, y a la que concurrió con desgana, se desarrolla entre el alcohol y la mirada lasciva de las aspirantes a actrices que caminan entre productores. El mainstream del cine nunca fue lo suyo y mientras sale al balcón de la enorme casa en la playa, deja llevar la mirada por una joven bella que lentamente se interna en el mar. No puede despegar sus ojos de ella y de pronto descubre que ella hace algo más que mojarse los pies con un vaso en la mano. Corre por la arena y se arroja al agua. Luego la joven vomita agua salada y se deja llevar. Así, casi sin querer, le salva la vida y luego de ello comenzará a replantearse su propia vida. El es un hombre solitario que vive la mitad del año en Nueva York y la otra mitad trabaja en Los Angeles. Tiene un matrimonio del que no sabe cómo escapar y una hija a la que adora. "La ciudad estaba llena de gente acostada que, con fervor intenso, pensaba en hacerse famosa y en hacerse más famosa si ya lo era; o en volverse rica si no era rica, o más rica si ya lo era; o poderosa si no era poderosa y más poderosa si ya lo era. Por momentos me impresionaba la intensidad con la que deseaban esas cosas", reflexiona esa noche acostado en su departamento. No sabe por qué pero esa joven acaba de hacer caer los últimos ladrillos de la pared que construyó a su alrededor, y lo reconoce: "Descubrí que de alguna manera iba directo al patetismo; irradiaba un aire de herida bastante conmovedor. Tal vez la impresión se acentuara porque era atractiva". Ella tiene 15 años menos que él e intenta abrirse camino hacia la fama, mientras que ve por todos lados a enemigos imaginarios que la alejan de sus sueños. Ambos están sumergidos en situaciones de las que no saben, o no quieren salir. Ambos se encuentran y todo dejará de ser lo que era para convertirse en otra cosa muy distinta. Después de ellos, juntos, todo será radicalmente opuesto. Escrita por Alfred Hayes, "Que el mundo me conozca" no sólo es una nouvelle sobre el mundo del cine sino también un relato sobre la soledad, la frustración y el desamor. Una historia sobre la ironía de trabajar en la ciudad que "fábrica sueños" y no poder cumplirlos.

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