domingo, 22 de abril de 2012

Larga vida al Campeón del Mundo

Extravagante, pendenciero, sobreviviente y tierno, así define Daniel Roncoli todas las facetas de un hombre que se hizo a sí mismo: Martín Karadagián. "El Gran Martín", Planeta 2012.
El 3 de marzo de 1962 salía al aire "Titanes en el ring" y aunque la televisión de aquel momento era sólo en blanco y negro, los colores comenzaban a crecer desde la imaginación de los televidentes. En medio del estudio del viejo Canal 9, se había armado el ring side y alrededor las gradas para el público. Sobre la lona Martín Karadagián, amo y señor de la troupe, tomaba el micrófono para dirigirse al público presente y a los televidentes: "Aquí comienza Titanes en el Ring y en este momento pongo en juego mi cinturón, este cinturón de oro y piedras preciosas, el cinturón de Campeón del Mundo que he ganado con tanto esfuerzo, sacrificio y coraje y que he defendido en rings de todo el universo. Hagamos del catch un espectáculo para toda la familia, entretenido, vibrante, que nos permita exaltar los valores del deporte y cuestionar todas aquellas costumbres que denigran al ser humano. Basta de palabras, señor maestro de ceremonias, disponga de las acciones". El big bang se había producido. El hombre que se definía a si mismo como "El Campeón del Mundo", pero a quien llamaban cariñosamente "El chivo" por su cabello blanco y su barba negra, se convertía en el hacedor de un mundo donde coexistían la lucha grecorromana y la actuación. El catch as catch can, o como se lo llamaba aquí "Cachacascán", unía lo mejor de ambos mundos: el teatro y la técnica de lucha y Martín Karadagián, como tantas otras veces, se había dejado guiar por la intuición y por su olfato para crear un producto que el público, un público que sabia de sus travesuras sobre el ring del Luna Park, pudiera disfrutar. Así, "Titanes en el ring" marcaría definitivamente de la vida de niños y adultos. En "El Gran Martín" Daniel Roncoli, fan confeso del inolvidable catcher que además formó parte de la última vuelta de la troupe a la televisión, compone una biografía conformada por documentos, recortes de diarios, anécdotas, y los relatos de los que lo conocieron, además de haberse entrevistado varias veces con "El Campeón del Mundo", su última mujer Pichi y su hija Paulina. Roncoli busca armar un rompecabezas con los testimonios y lo logra revelando todas las facetas de un hombre que alcanzó la altura de mito. Un mito que a él le gustaba alimentar en charlas entre amigos. Nacido en el seno de una familia pobre, con un padre violento e irascible, el niño Karadagián descubrió prontamente que la vida estaba llena de miserias y desamor. Pero lo que a cualquiera lo hubiese desanimado a Martín le daba fuerzas para crearse un lugar en el mundo. Quizás sin saber que aquellas decisiones lo llevarían a, además de convertirse en el luchador más importante, a que varias generaciones de chicos llevaran sus palabras en el corazón. Parafraseando a Perón, llevó en mis oídos la más maravillosa de las músicas: "Titanes en el Ring, hoy se vuelven a enfrentar, con sus músculos de acero y el poder de su fuerza sin igual, Titanes en el Ring, compitiendo con ardor, cada uno con sus armas buscará la victoria y el honor. Triunfar y fracasar, es parte de su vida acá en el ring, y nunca olvidarán, que lo más importante es competir".

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