domingo, 30 de diciembre de 2012

Carlos Frattini, el hombre de las mil llaves

Carlos Frattini tenía las llaves de muchas puertas, pero le faltaba la que lo iba a redimir. Delincuente y artista, su vida fue un viaje por la oscuridad hasta que finalmente encuentra en el dibujo una salida. Alejandro Parisi le hace honor con una biografía novelada sobre el "escruchante" que emocionó al maestro Soldi.

Si la vida es sueño, como aseguraba Calderón de la Barca, la de Carlos Frattini fue una larga pesadilla poblada de violencia, desamor, tristeza, soledad, robos, cárcel y un manojo de llaves en el bolsillo. Llaves que podían abrir todas las puertas de una vida fácil en el mundo delictivo. Pero, y siempre lo hay, lo que Frattini no conseguía abrir era su propio encierro en el dolor.

"Un caballero en el purgatorio" es la biografía de Carlos Frattini escrita magistralmente por Alejandro Parisi, quien logra un relato rico en imágenes y sensaciones, una trama verdadera sobre la redención de un hombre que vivió como quiso y sin embargo siempre tuvo presente que su camino era el más corto.

"Escruchante", artista, de origen humilde, leal y compañero de sus compañeros, la vida de Carlos Frattini fue como una serie concatenada de hechos que lo fueron llevando por el camino del delito, la cárcel y el sufrimiento.

Desde muy pequeño, a los 4 años, conoció la dureza de la calle, el dolor de la soledad, la violencia de su padre y la mirada triste de una madre que no podía hacer nada para salvarlo. Así Frattini se convertiría en uno de los más renombrados ladrones, visitando los penales más pesados del país y codeándose con figuras del mundo delictivo como "El rey de las fugas", Jorge Villarino.

"Pistola", sobrenombre que lo definía de forma irónica ya que nunca le gustaron las armas, ingresaba a los departamentos de los edificios céntricos para apoderarse, con la sola ayuda de un manojo de llaves, de los valores que los dueños guardaban en cajones, cómodas o cajas fuertes.

"Comprendió que no había peor soledad que la de sentirse rodeado de extraños que le recordaban sus propios errores, con una admiración que a él lo avergonzaba" escribe Alejandro Parisi sobre las sensaciones de Frattini, al entrar en una de sus últimas veces a la cárcel.

Pero como todo lo malo esconde algo bueno, mientras se encuentra detenido descubre que la facilidad que tiene en las manos para abrir puertas también lo define como un excelente retratista y así su arte llega a los ojos del maestro Raúl Soldi, quien enseguida lo define como un artista increíble y le da una tarjeta "para cuando salga".

"Pistola" tiene la oportunidad de redimirse y encara el futuro con lo cabeza bien alta. Pero a veces todo se puede derrumbar en un segundo. La vida de Carlos Frattini es, sin dudas, apasionante y el lector no deberá juzgarlo sino dejarse llevar por la emoción del relato que compone de forma perfecta Alejandro Parisi.

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