martes, 27 de septiembre de 2011

El rostro oscuro de Londres

"Crímenes de películas", de Jake Arnott, llega a las librerías para completar la increíble saga de gángsters con base en Londres, una ciudad que de a poco se va convirtiendo en un polvorín de violencia, drogas de diseño, grandes robos y venganza. Una Londres que lleva el rostro de Harry Starks, el nombre del mal.

"Londres llamando a los pueblos lejanos, ahora que la guerra está declarada y la batalla por venir. Londres llamando a los infiernos salgan del armario, todos los niños y las niñas", dice la letra de The Clash. Y así lo refleja Jake Arnott en "Crímenes de película", la nueva novela que completa la trilogía sobre gángsters londinenses que viven entre el robo, la estafa, las drogas, la traición y la venganza.

"Yo soy el fantasma. El escritor fantasma", dice Tony Meehan, periodista, instintivo asesino serial y escritor tras las biografías de delincuentes mafiosos recién salidos de la cárcel, recientemente recuperados o en pos de volver a la carrera.

Tal es el caso de Eddie Doyle, un ladrón que junto con varios otros logran alzarse con una buena cantidad de oro en barras. Eddie es detenido, pero la mayor parte del oro no apareció nunca; ahora quizás haya llegado la oportunidad de recuperar el dinero y también algo de su vida.

En otro punto de Londres, la pequeña Julie McClusky intenta armar el rompecabezas de su pasado, mientras a su lado su novio ríe a carcajadas de las escenas de "Pulp Fiction". Julie sabe que eso no es cierto. Lo sabe porque la vivió en carne propia. "Los mafiosos no se compartan así", piensa, y recuerda el porte duro, los anchos hombros y las grandes manos de su padre, Big Jock, que fue asesinado en Marbella.

El film de Tarantino despierta en ella las ganas de buscar en su pasado referencias para ir desentrañando las causas y los responsables de la muerte de su padre. La investigación la emprenderá sola, sin su novio Jez, que -actuando de duro- comienza a frecuentar los antros de la ciudad buscando una historia para su primera película. Un continuo guiño a las películas de Guy Ritchie y sus mafiosos simpáticos y violentos.

En Londres las drogas de diseño dejan a una chica en coma, que más tarde muere, y esta vez ha sido la hija de alguien muy importante. Ahora las cosas ya no se pueden tapar y Gaz se encuentra en un "crossroads": puede pactar con el diablo, Beardsley, que además de amigo es su jefe; o bien decide enderezar su vida y tratar de recomponerla para recuperar a su mujer y sus hijas. Pero Gaz es un hombre de la violencia y no conoce otra cosa que imponerse a golpes y amenazas. Aunque todo puede cambiar y quizás su amigo Dan sea la respuesta.

Todas las historias están entrelazadas por un hilo conductor que dirige todos los destinos: Harry Starks. El mal encarnado en la figura de un hombre que no aparece y que se vuelve el objeto de deseo de todos. Algunos por poder, otros por revancha, todos por venganza.

"Crímenes de películas" cuenta algunas de las mil historias que tiene Londres, una ciudad tan dura como las drogas pesadas, las balas y los matones. Como el dolor, las muertes y las traiciones. Tan dura como la espera y la venganza. Cuna de todos los males del Imperio. Como Harry Starks.

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